Los comienzos, tal como la vida nos enseña, son difíciles. Un blog también tiene unos inicios complicados. Primero está el hecho de decidirse a crear uno, que suele ser lo más sencillo. Después está el diseño del mismo, que lleva tiempo, mucho esfuerzo e ilusión. Tras esto hay que encontrar un nombre que sea llamativo y explicativo de lo que se hace allí, y poco después hay el problema de la constancia y de las visitas.
Pero antes de seguir por esos derroteros, dejadme que me detenga en el hecho del nombre. Este blog se llama Ilustres Ignorantes, así que podemos decir que es llamativo, ¿pero es explicativo?
En este caso, lo es, ya que nos da dos grandes pistas acerca de lo que veréis en este espacio. Lo primero es que, al ser plural, nos da a entender que este blog no lo lleva una sola persona. Lo segundo que nos dice es que estas dos personas no son expertas ni demasiado entendidas sobre nada de lo que publican, pero sin embargo lo hacen esperando que sus escritos interesen a aquellos que visiten el sitio.
Pero esto lo habréis deducido ya vosotros mismos, así que mejor no me alargo. Los comienzos, además de complicados, son normalmente entretenidos. La primera entrada de un blog no lo es, pero el proyecto en si que se abre hoy tras este primer escrito si que lo es. Así que mejor dejo paso a Helena y Víctor para que empiecen a escribir sobre viajes, pensamientos, música y otras tantas cosas que espero que disfrutéis.
Ilustre Ignorante
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