jueves, 5 de enero de 2012

Flotando en el viento


El viento se siente, se oye e incluso a veces, habla. El viento sólo acompaña algunos días, hace que se muevan suavemente las hojas de los árboles y vuelve a desaparecer.

El mundo está lleno de caminos, y cuando no sabes hacia dónde vas, cualquiera te puede servir.
Sin entenderlo, te das cuenta de que todo da miedo. Irse, regresar, pero sobretodo, las preguntas y sus respuestas dan miedo. Si no sabes a dónde vas, lo mejor es dejarte llevar, flotar en el viento. A veces, hay que desprenderse del equipaje, y ser como una pluma. Sintiendo el viento en tus oídos, cerrando los ojos y notando como los segundo pasan ligeramente frente a ti. "Para que a cada paso, un viaje o una emoción nos reconcilien con la vida pequeña, y su muerte pequeña", como decía el poeta González Tuñón. Para estar repletos de recuerdos, de fotografías, de palabras. Para poder decir "estuve en tal momento, en tal lugar, conocí a tal persona, amé... viví", para poder decir "estuve allí". Para poder hacer todo eso, es necesario no temer a partir, ni a volver. Nos encontramos en una encrucijada de caminos que parten y que vuelven. La vida es un viaje, y si no sabemos hacia dónde ir, hay que dejarse llevar por el viento. El viento lleva y trae.
A lo largo del camino están todas las preguntas y todas las respuestas. Y flotando en viento, iremos a dónde debamos ir.

Helena.

1 comentario:

  1. Me gusta. Espero que pronto llegue un fuerte soplo de aire fresco por el que pueda dejar llevarme :) De momento me quedo con vuestro blog ^^

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